Pensamiento del jueves 31 de agosto de 2017.
"Aquél que en su vida interior se esfuerza en dar prioridad a la actividad del espíritu, su Yo superior, ya participa en el trabajo cósmico de Cristo, de Dios mismo. Esta actividad, que se despliega en otra esfera y a menudo incluso sin saberlo, es algo misterioso, pero es una realidad.
Cuando estáis absorbidos en vuestras actividades diarias, estáis a mil leguas de imaginar lo que pueda ser la actividad de vuestro Yo superior. Un día, quizá, cuando vuestro cerebro esté suficientemente desarrollado, seréis conscientes de ese trabajo que realiza en todas las regiones del universo. Por el momento, lo esencial es que tratéis de tomar conciencia de su presencia en vosotros. ¿Cómo? Primero, durante vuestras meditaciones, empezad por calmar las entidades que os habitan, ponedlas al servicio del amor y de la luz. Poco a poco, esto se hará de forma natural, sin ni siquiera pensarlo, y de este modo os uniréis a vuestro Yo superior que es una quintaesencia de Dios mismo."
"Aquél que en su vida interior se esfuerza en dar prioridad a la actividad del espíritu, su Yo superior, ya participa en el trabajo cósmico de Cristo, de Dios mismo. Esta actividad, que se despliega en otra esfera y a menudo incluso sin saberlo, es algo misterioso, pero es una realidad.
Cuando estáis absorbidos en vuestras actividades diarias, estáis a mil leguas de imaginar lo que pueda ser la actividad de vuestro Yo superior. Un día, quizá, cuando vuestro cerebro esté suficientemente desarrollado, seréis conscientes de ese trabajo que realiza en todas las regiones del universo. Por el momento, lo esencial es que tratéis de tomar conciencia de su presencia en vosotros. ¿Cómo? Primero, durante vuestras meditaciones, empezad por calmar las entidades que os habitan, ponedlas al servicio del amor y de la luz. Poco a poco, esto se hará de forma natural, sin ni siquiera pensarlo, y de este modo os uniréis a vuestro Yo superior que es una quintaesencia de Dios mismo."