Pensamiento del viernes 26 de agosto de 2016.
"Hay lugares en la tierra, territorios dónde no podéis entrar sin presentar un salvoconducto, un pasaporte, un visado. Sabed que esto es todavía más cierto para el mundo divino. No basta con que os presentéis ante las puertas del Cielo para que se abran. Unas entidades que están ahí os dicen: «Esperad, primero debemos comprobar quiénes sois, y si podemos dejaros entrar.»
¿En qué se basan estas entidades para pronunciarse? En vuestras virtudes. Cada vez que habéis actuado conforme a las virtudes divinas, os marcan con su sello, cada una deja sobre vosotros unas marcas, unas huellas, y éste es vuestro salvoconducto. Cuando, provistos con este salvoconducto, os presentáis en las fronteras del mundo divino, se desencadenan una especie de mecanismos y entráis. Quizás no seáis admitidos enseguida en el Santo de los Santos, pero entráis."
"Hay lugares en la tierra, territorios dónde no podéis entrar sin presentar un salvoconducto, un pasaporte, un visado. Sabed que esto es todavía más cierto para el mundo divino. No basta con que os presentéis ante las puertas del Cielo para que se abran. Unas entidades que están ahí os dicen: «Esperad, primero debemos comprobar quiénes sois, y si podemos dejaros entrar.»
¿En qué se basan estas entidades para pronunciarse? En vuestras virtudes. Cada vez que habéis actuado conforme a las virtudes divinas, os marcan con su sello, cada una deja sobre vosotros unas marcas, unas huellas, y éste es vuestro salvoconducto. Cuando, provistos con este salvoconducto, os presentáis en las fronteras del mundo divino, se desencadenan una especie de mecanismos y entráis. Quizás no seáis admitidos enseguida en el Santo de los Santos, pero entráis."