Pensamiento del jueves 11 de agosto de 2016.
"Deseáis que vuestras palabras penetren las almas humanas y las conduzcan hacia el camino del bien. Entonces, sabed que deben estar impregnadas de la materia luminosa de vuestra aura. Mientras dejéis que se infiltren sombras en vuestra aura, no seréis persuasivos.
A menudo encontramos a gente que se extrañan porque no logran convencer a los demás de la necesidad de ser buenos, generosos, honrados, justos, puros... Tienen los argumentos, se expresan muy bien ¿por qué no les escuchan? Porque no sienten profundamente lo que dicen. Sus palabras suenan a hueco, porque no están llenas de la materia sutil del aura, que es la quintaesencia de lo que cada ser vive y experimenta en lo más profundo de sí mismo. Aquél que quiera ser convincente, persuasivo, debe acordar su vida y sus palabras, porque es de su vida de donde extraen su fuerza."
"Deseáis que vuestras palabras penetren las almas humanas y las conduzcan hacia el camino del bien. Entonces, sabed que deben estar impregnadas de la materia luminosa de vuestra aura. Mientras dejéis que se infiltren sombras en vuestra aura, no seréis persuasivos.
A menudo encontramos a gente que se extrañan porque no logran convencer a los demás de la necesidad de ser buenos, generosos, honrados, justos, puros... Tienen los argumentos, se expresan muy bien ¿por qué no les escuchan? Porque no sienten profundamente lo que dicen. Sus palabras suenan a hueco, porque no están llenas de la materia sutil del aura, que es la quintaesencia de lo que cada ser vive y experimenta en lo más profundo de sí mismo. Aquél que quiera ser convincente, persuasivo, debe acordar su vida y sus palabras, porque es de su vida de donde extraen su fuerza."